En un partido deslucido de ambos equipos en los que el fanatismo abundó pero el fútbol como tal, no, el Real Madrid pudo sacar un empate al Barcelona y en condición de visitante. Los merengues iniciaron el partido con un ritmo trepidante e incluso hubo un aparente penal sobre Lucas Vasquez que el referee Clos Gómez no pitó. Los merengues bajaron la intensidad de su juego y el Barcelona recurrió a la posesión casi total del balón.
Los catalanes intentaron pero nunca desequilibraron, no desbordaron y tampoco tuvieron capacidad de crear ocasiones de real peligro en el primer tiempo. André Gomes e Ivan Rakitic no tuvieron brillantez y estuvieron imprecisos a la hora de realizar los pases de profundidad. El primer tiempo finalizó a ceros en ambos marcos y con pocas ocasiones de peligro.
En el segundo tiempo tanto Luis Enrique como Zinedine Zidane apretaron las tuercas de engranaje para buscar más ocasiones de gol y más oportunidades. Para los catalanes, el gol llegó al 52′, luego de un magnifico tiro libre ejecutado por Neymar y que Luis Suarez cabeceó totalmente solo en el área pequeña tras la marca pobre de Raphael Varane y la floja acción de Keylor Navas, que aunque no tuvo culpa en el gol, pudo hacer algo más para impedirlo.
Para el Barça también hubo un fallo arbitral en la que no marcó un penal claro luego de una mano de Dani Carvajal.
Los blaugranas luego del gol se encargaron de controlar mucho más el partido y la posesión, el Madrid trató con hasta cuatro contras pero fueron resueltas con facilidad por la zaga catalana. Al 60′, Luis Enrique maniató el partido con el ingreso de Andrés Iniesta, quién se encargó de manejar con facilidad los hilos del partido.
En cambio en el Real tenían más problemas que soluciones, Zidane experimentó con cambios que el tiempo ni la dinámica del juego le dieron la razón, ya que sacó a un Isco muy apagado para meter a un seguro como Casemiro que no tuvo mayor impacto en el juego y que solo tuvo minutos para mejorar su forma física, luego cambió a su delantero centro, Karim Benzema por Marco Asensio, un cambio algo ilógico ya que el Madrid estaba perdido en la medular y Mateo Kovacic nunca se encontró con su mejor ritmo, fue cambiado al 85 por Mariano Díaz.
Rumbo al 90, Asensio intentó desbordar por la banda derecha pero Sergio Busquets le cometió la falta que se convirtió en el empate final del partido. Luka Modric puso el centro a la cabeza de Sergio Ramos y este anotó en su añorado minuto 90.
En el último tramo del partido, Mariano desbordó por la banda derecha y lo intentó pero fue bien resuelta por la zaga del Barcelona y al 93 el árbitro dio por terminado el clásico #293 de la historia. Con esto el historial de partidos entre antes queda con 93 victorias para el Madrid, 91 del Barcelona y 49 empates.
En la tabla de posiciones, no cambia nada con este empate, el Barça sigue a seis puntos del Real y empatado en la segunda posición con el Sevilla que ya perdió con el Granada.