Foto: Prensa LDA y Prensa Saprissa.
Cuando se dice que existen dos caras de la misma moneda, refleja dualidad. Es similar a la ideología del Ying y el Yang. De la ofensiva y el balance como se profesó en la Saga de Karate Kid. De la fuerza empleada por los Jedi y los Sith en Star Wars. En fin, es como estar en una tormenta pero que a la vez llegue la calma.
Esto fue lo que se vivió este lunes en la tarde cuando la Liga Deportiva Alajuelense presentó a su otro fichaje “bomba” con el delantero cubano Marcel Hernández quien dejó las filas del Club Sport Cartaginés para incorporarse por dos años al Campeón Nacional. Por su parte el Deportivo Saprissa, de forma más calmada, presentó a la prensa al volante Christian Bolaños, quien regresó al club tras su estancia en el Start de Noruega el pasado semestre.
Son dos formas de ver las cosas. Totalmente distintas entre sí. Unos, Alajuelense, quienes están empezando a formar un conjunto digno de una dinastía y que, a su vez, con luces de Neón se les etiqueta como favoritos indiscutibles, y otros, Saprissa, que con suma cautela, toman este mercado de piernas del Clausura 2021, no se refuerzan con fichajes de peso y dejan el destino del equipo de Tibás a un grupo de futbolistas en los que la mezcla de experiencia y juventud será toda una incógnita.
En el ojo de la tormenta
Marcel Hernández fue el protagonista de culebrones sonados en los últimos mercados de piernas del fútbol nacional. Se dijo durante mucho tiempo que el atacante caribeño firmaría con el Deportivo Saprissa, sin embargo, “el proyecto” fue lo que hizo que el ex internacional cubano se decantara finalmente por la escuadra eriza.
La tormenta se desató en horas de la mañana cuando el Presidente brumoso, Leonardo Vargas, en las redes sociales del club, notificó la salida del delantero del conjunto blanquiazul, pese a las constantes ofertas de renovación, situación que lo dejó “muy molesto” como afirmó Vargas en el comunicado.
Horas más tarde, Hernández fue presentado en el Centro de Alto Rendimiento de la Liga Deportiva Alajuelense en Turrúcares donde se estampó la firma por un lapso de 730 días. Fue sin duda otro golpe mediático en donde sin lugar a dudas, Agustín Lleida, Gerente Deportivo manudo quedó como dicen popularmente “como los grandes”.
La fría y tensa calma
En la otra acera, luego del batacazo erizo, el Deportivo Saprissa presentó formalmente a un viejo conocido. Christian Bolaños, último capitán Campeón Nacional con el club en junio pasado, goleador del Clausura 2020, compareció ante los medios de prensa con el motivo de su reincorporación al conjunto morado que en este mercado de piernas del Clausura solamente él y Ariel Rodríguez llegaron a la Cueva.
Con ese panorama, muy calmado por cierto, en el seno tibaseño, se le preguntó por la plantilla actual, misma que Bolaños defendió diciendo: “El plantel con el que salí campeón es el 90%. Nos están poniendo como los más malos y no veo el por qué. Tenemos un equipo para pelear por el campeonato”.
SI bien, a diferencia de la presentación en Alajuela, las cosas en Tibás se llevan por un ritmo más pausado, pero con una tensión enorme debido a que la afición pide a gritos nombres de peso para que lleven a su equipo a la estrella 36.
Sin dudas son dos estilos completamente contrarios. La agresividad manuda y la pasividad morada. El Ying y el Yang. El calor y el frío. La tormenta y la calma. Fue lo que reinó hoy en este movido día de mercado de piernas de nuestro fútbol nacional, previo al inicio del torneo del centenario 2021.
