La alegría de once juegos sin derrota y la clasificación a la Copa del Mundo tuvo un duro golpe la tarde de este domingo, cuando las muchachas de la Selección Nacional Mayor de Costa Rica enfrentaron a su similar de Estados Unidos, en la final del Campeonato femenino de la Concacaf.
Poco pudo hacer la escuadra nacional ante el poderío de la Selección número uno del mundo y que desde muy temprano firmó la ventaja. Nombres como Abby Wambach y Hope Solo demostraron que a la tricolor aún le queda mucho por mejorar en el futbol femenino, aunque el camino está muy adelantado. Las nacionales enfrentaron a figuras que rozan el borde de lo legendario y sostuvieron cuanto pudieron.
La primera anotación del encuentro cayó a los 4′, cuando Abby Wambach aprovechó su estatura para marcar de cabeza el primero del encuentro luego de un tiro de esquina.
Al 17′ Carli Lloyd aprovechó la poca estatura de nuestras muchachas y nuevamente, de cabeza, firmaría el segundo del encuentro, ante una Dinnia Díaz voluntariosa pero impotente.
Al 34′ Abby Wambach nuevamente aprovecharía y marcaría su segundo del encuentro, de cabeza. Seis minutos más tarde, Wambach marcaría el cuarto, otra vez de cabeza, ante una defensa nacional que se vio superada físicamente y en biotipo por la gigantesca atacante.
La selección apenas atinó a hacer un remate en todo el primer tiempo, un tiro desviado de Shirley Cruz que ni siquiera inquietó a las norteamericanas.
Para la segunda mitad, las seleccionadas se plantaron mejor en defensa, sin embargo esto no impidió la llegada de más anotaciones. Al 70′ Abby Wambach marcaría el quinto del encuentro y cuarto personal de la tarde, y dos minutos después Sydney Leroux, de cabeza marcaría el sexto, desnudando las carencias en defensiva en el juego aéreo de nuestras seleccionadas.
Poco quedó para rescatar sobre el contundente resultado, las Estadounidenses firmaron su título regional y Costa Rica, por primera vez en la historia logra el subcampeonato, luego de muchos años de participar. Queda mucho por mejorar, pero por ahora, hay que celebrar un hito no alcanzado nunca antes por el fútbol costarricense, en el histórico 2014, que lleva sello tricolor por donde se le mire.