Una vez más haciendo historia en nuestro fútbol femenino, a pesar que tuvimos un rival complicado, las ticas lograron un gran empate ante Corea del Sur. Hay que reconocer el esfuerzo con el alma, vida y corazón enfrentándose a un rival con características muy similares.
Un primer tiempo donde por los costados era muy constante, la llegadas de las coreanas y nuestras defensoras se encontraban muy desconcentradas, así ellas aprovechaban la táctica de empujar a nuestro equipo y contragolpearlo.
Después de salir en el segundo tiempo totalmente desmotivadas, lograron enfocarse y sacar un empate apunta de trabajo silencioso en zona de equilibrio de Katherine Alvarado y Shirley Cruz, donde fueron muy precisas en sus pases y lograron tener un gran engranaje en orden táctico hacia adelante y logrando adelantar las líneas.
Logrando así controlar la posición de pelota, cerrando espacios y creando opciones; ya era necesario un cambio aunque fue tarde la única variante que se realizado dio lo esperado para nuestra selección donde se marco la diferencia.