“El único objetivo es ganar”, “todos somos una familia”, “hoy vamos con todo”; estas frases fueron el estandarte de Liga Deportiva Alajuelense previo al juego, pero dos goles acabaron esa ilusión de ir a la gran final de la Concacaf Liga de Campeones. Le ganaron al Impact Montreal por 4 por 2 en el partido de vuelta, pero los goles de visita pesaron en el marcador global de empate a cuatro y terminaron el sueño de ver una final costarricense en este certamen.
La noche apuntaba a que iba a ser mágica, en el cual pocas veces se veía el Estadio Alejandro Morera Soto tan lleno como en los años noventas.
La afición no dejó de alentar en ningún momento con un recibimiento a los jugadores histórico, “La Catedral” como la llaman se puso una flor en el ojal y literalmente cambio a un teatro de los sueños; pancartas rojo y negras salieron a flote en todas las graderías bajo la frase “Si la vida hay que darla en la cancha, la vida se da. ¡Somos La Liga!” extraída del mítico Alejandro Morera Soto vislumbraban unas horas de mucha tensión.
El árbitro central pitó el inicio de una serie que en la ida los manudos no pudieron anotar de visita, los minutos pasaron y las oportunidades de concretar llegaron por las bandas, de tiro libre, por todo lado pero el problema del jugador promedio tico relucía: la falta de definición en la jugada final.
Pero no todo era del lado local, los canadienses se tomaron en serio la serie y en la cancha se notó el buen análisis que hizo el entrenador Frank Klopas al tener una solvencia en defensa, controlar al rival y no dejarlo jugar.
Llegó el minuto 42 de la primera parte, la historia empezó a cambiar cuando Jack McInerney anotó el primero de los norteamericanos, en jugada por la banda derecha de Dominic Oduro, sacó el centro para que atacante sacara la marca de Kenner Gutiérrez y la obra empezaba a cambiar para los intereses canadienses.
En ese momento los rojinegros estaban obligados a hacer cuatro goles y sabían que en 45 minutos no era fácil, pero tampoco imposible; ni que lo diga Pablo Gabas que por varios minutos se vistió de héroe para no apagar esa llama de pasión que le quedaba a sus seguidores.
No pasó ni un minuto de iniciado el cotejo y de tiro libre el argentino nacionalizado costarricense puso a rugir a la provincia de Alajuela y sus alrededores, la colocó al ángulo superior derecho, imposible para el portero Bush.
Quince minutos más tarde el coraje y la garra de Gabas volvió a salir y de nuevo puso a soñar a medio país después de concretar el segundo por medio de un tiro de esquina, cabeceó Ronald Matarrita en el área y el pie derecho del mediocampista desvió el balón y con el grito “vamos vamos” poco a poco la ilusión volvía.
No obstante como toda historia contada desde los tablones de un teatro, tiene una escena que cambia absolutamente todo, esta llegó al minuto 72 y aquel anhelo por avanzar sucumbió. Oduro en el lado derecho se la pasó a Patrice Bernier, levantó la cabeza en medio de dos marcas y se la pasó a Andrés Romero; la recibió sin marca rival, corrió varios metros, aprovechó el descuido de Kenner Gutiérrez al chocar con Dexter Lewis y remató sin compasión para silenciar al león.
El llanto de varios aficionados, las miradas de “no lo puedo creer” y el silencio de otros invadieron el Morera Soto; era desgarrador como un gol, si señores ese gol de Romero los dejaba por fuera y a 15 minutos del final las cosas dieron un giro que nadie lo esperaba.
Allen Guevara al 79 acortaba la diferencia, pero poco daba resultado a un león que trababa de levantarse de dos goles duros, pero sabían que lo iban a dar con todo hasta el final como los caracteriza su espíritu guerrero.
En los minutos de reposición Jonathan McDonald, ese jugador que en varios lapsos lo dio todo, que por poco salía expulsado por las insinuaciones del rival, le quedó un tiro desde fuera del área, remato pero el daño ya estaba hecho, se lograron los cuatro goles pero para pasar se ocupaban cinco y el tiempo no les alcanzó.
Terminó el partido, con canticos de apoyo no le quedó de otra a Liga Deportiva Alajuelense en bajarse del tren de la Concacaf Liga de Campeones y esperar si en la próxima edición le llega la oportunidad de volver.
Ahora el Montreal Impact jugará la gran final ante el vencedor del Club América – Club Sport Herediano con la tranquilidad que la serie culminará en suelo canadiense.
