Los spots del Deportivo Saprissa promocionando el clásico del sábado anterior con leyendas y carteles haciendo referencia al ‘Halloween’, hacen recordar sin duda alguna una anécdota que tuvo origen en una fría ‘Noche de Brujas en el 2004, cuando al ‘monstruo’ le salieron las Brujas en su estadio.
Y no es algo literal, en aquel entonces el novel equipo Brujas de Escazú –que recién venía llegando a la primera división- se envalentonó en el Estadio Ricardo Saprissa y con más coraje que otra cosa, ’hechizaron’ a los tibaseños con un contundente 1-3.
En aquellos ayeres la derrota acabó siendo más que una cualquiera para los dirigidos por Hernán Medford quien venía haciendo sus primeras armas en el banquillo, sino que más que perder tres puntos los morados dejaron atrás una larga racha de 39 juegos sin caer en ‘La Cueva’, de los cuales 23 eran victorias, precisamente no perdían en casa desde un clásico a mediados del 2002.
A los 20 minutos, Álvaro Saborío colocó a los locales arriba en el marcador en un centro de Alonso Solís que con su cuerpo ‘El Chompipe’ desvió al fondo de la portería defendida por Alexander Jara; pero tal y como dicen los titulares de periódicos del día siguiente: “Saprissa jamás sospechó el vendaval que se le vendría encima en los últimos 20 minutos. Brujas dio una lección de coraje; demostró ser uno de esos equipos que nunca se dan por perdidos, pese a que las circunstancias indiquen lo contrario.”.
Los escazuceños se envalentonaron más cuando al minuto 63 el árbitro Walter Quesada los dejó con diez elementos tras la expulsión de Berny Peña, esto obligó a su entrenador Manuel Gregorio Keosseián a mover las fichas en el banquilo y por qué no utilizar alguna pócima.
Dichas variantes funcionaron a la perfección porque en 74 minutos Berny Wright puso el empate para la visita y para sorpresa de propios y extraños a los cuatro minutos del empate, David Diach colocó el gol que ponía a los brujos a ganar, pero más inesperado fue el baldazo definitivo al minuto 93 cuando Diach puso el 1-3 final para congelar el Saprissa.
Una noche para el olvido para los morados, quienes luego vengarían este sonrojante episodio ante el Brujas, pero que sin duda alguna quedará en la retina de una noche terrorífica.